Mi perro tiene fiebre

La fiebre consiste en un aumento de la temperatura corporal por encima de lo normal y en la mayoría de los casos es una respuesta fisiológica que debe ser considerada como señal de que algo está pasando en el organismo, normalmente de origen infeccioso.

Cuando creemos que nuestro perro puede tener fiebre muchas veces no sabemos cómo determinar si es así o no. Vemos que nuestro perro está más apático que de costumbre o no come con normalidad ni se comporta con la misma vitalidad y creemos que se encuentra mal y que puede tener fiebre, pero no sabemos cómo averiguarlo.

¿Cómo saber si mi perro tiene fiebre?

Lo primero que hay que saber es que nuestra mascota tiene una temperatura corporal más elevada a la nuestra por lo que comprobando si la nariz está caliente no podremos determinar si tiene o no fiebre. Lo cierto es que comprobando la humedad y la temperatura de la nariz de nuestro perro no llegaremos a ninguna certeza ya que muchos perros mantienen la humedad de la nariz incluso con fiebres elevadas.

Lo único que podemos hacer para saber si nuestro perro tiene una temperatura corporal anormal es midiéndola con un termómetro clínico por vía rectal. Los veterinarios aconsejan termómetros digitales porque miden la temperatura más rápido y son menos incómodos para nuestra mascota, aunque hay que advertir que su precisión depende de su calidad por lo que muchas veces no son del todo fiables. Es muy importante que midamos la temperatura cuando el animal esté en reposo ya que la excitación y el esfuerzo hacen que el perro aumente su temperatura corporal y nos puede llevar a error. Para colocar el termómetro correctamente deberás levantar la cola del perro e introducirlo suavemente en el recto atravesando el esfínter anal.

La temperatura normal de un perro adulto es de 38-39 ºC si bien en los cachorros de menos de un año puede ser un poco más baja.

¿Qué puedo hacer?

Como siempre solemos aconsejar desde Nosinmiperro, siempre que existan dudas sobre el estado de salud de nuestra mascota o sobre lo que debemos hacer para solucionarlo, debemos consultar a nuestro veterinario de confianza para que nos señale las pautas adecuadas.

Para bajar la temperatura de nuestro perro existen remedios caseros que pueden servirnos de ayuda, al menos en un primer instante. Por un lado hay que mantenerle en un lugar cómodo y tranquilo. Podemos ponerle una toalla húmeda para que se tumbe encima y así ayudamos a bajar la temperatura. Un aspecto muy importante que no podemos desatender es mantener al perro hidratado ofreciéndole agua fresca cada poco tiempo.

Estas medidas provisionales se pueden intensificar según la necesidad y las condiciones de nuestra mascota. En casos donde la temperatura sea muy elevada podemos darle un baño de agua fría de 5 ó 10 minutos o ponerle hielo en zonas específicas como abdomen y cabeza.

No hay que olvidar que estos remedios caseros son provisionales y que siempre que la fiebre persista más de 24 horas es muy importante acudir al veterinario para determinar la causa y el posible tratamiento.