· Llevar la documentación del perro. ¡¡¡Eso siempre!!!
· Informarte sobre la playa:¿Seguro que pueden ir perros? ¿Tienen que ir atados? ¿Llevar bozal? ¿Hay algún horario especial para ir con ellos?
· Informarte sobre las condiciones y los posibles peligros: ¿hay conchas rotas? ¿medusas? ¿corrientes de agua?, etc. Se trata de disfrutar pero con seguridad.
· Protegerle del sol: evitar las horas centrales del día y proporcionarle una zona con sombra y agua fresca.
· Echarle protección solar. Sí, como lo oyes, sobre todo si tienen poco pelo o muy claro y en las zonas más vulnerables como nariz, cara interna de las orejas, tripa si se tumban al sol, etc. Es importante que esté recomendada para ellos y echarla muy poco a poco para que se absorba antes de que lo lama el perro.
· También hay que proteger sus almohadillas si la arena quema. Es la zona que más sufre y la que más consultas genera en los veterinarios. Hay que aplicar una crema especial para protegerlas e intentar que el perro se las moje con frecuencia.
· Evitar golpes de calor: tener siempre disponible agua dulce, una zona de sombra y evitar las exposiciones largas al sol. Hay que estar atentos ya que están tan contentos que se olvidan del calor y del cansancio. A veces hay que obligarles al descanso.
· Zona segura para el baño: mejor si es de poca profundidad y sin corrientes de agua. No todos los perros saben nadar.
· ¡Que no beba agua de mar! Les puede causar problemas graves e incluso la muerte por intoxicación. El agua salada del mar es tóxica, tanto para perros y gatos como para las personas. Hay que intentar que el perro esté hidratado para que no beba «por sed» y evitar jugar con pelotas de tenis y similares ya que abosrben el agua del mar y puede ser causa la de intoxicación.
· Bañarles con agua dulce tan pronto como puedas para quitarle los restos de sal y arena. Este baño es muy importante para ellos ya que además de refrescarles les protege la piel y el pelo. Poner especial cuidado en la zona de las almohadillas, ojos y orejas.
· Ser lo más respetuoso que puedas tanto con el entorno como con las personas. Recoger los excrementos, mantener al perro controlado para que no moleste a otros bañistas y cuidar el entorno son premisas fundamentales para conseguir el respeto de aquellos que no están de acuerdo con la presencia de perros en las playas. Sólo así conseguiremos que nuestros perros sean bienvenidos cada vez en más playas.