Sabemos que es difícil llegar a casa y encontrarse con todo patas arriba, no digo que no te moleste o te enfades, lo que digo es que enfadarse “contra” ellos en esa situación y con tanto tiempo de por medio entre la acción y la respuesta no sirve para nada.
En estos casos lo realmente importante es valorar qué es lo que sucede y el caso concreto para poder poner en marcha soluciones efectivas.
A veces es un cachorro que tiene que aprender poco a poco cuáles son sus juguetes y cuáles no. Se le va enseñando con tiempo y paciencia y evitando al máximo que tenga a mano apetitosos cojines mientras aprende.
Con perros adultos, sucede por múltiples causas: porque pasa demasiado tiempo solo, porque no hace suficiente ejercicio para liberar estrés y tensión acumulada, porque tiene un ambiente pobre en estímulos, por una mala socialización, porque tiene ansiedad por separación y no sabe quedarse solo, etc.
Es difícil dar una solución que sirva para todos los casos aunque sí puedo decir que enriquecer el ambiente del perro con juguetes interactivos, trabajos de olfato y darle la oportunidad de hacer más gasto energético durante los paseos es beneficioso en todos ellos aunque después haya que complementarlo con otras medidas según el problema concreto.
Muchas gracias por el articulo, es muy práctico, a ver si lo consigo con mi perrito;)
Importante conocer como educarlos.
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