La importancia del juego en el cachorro

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jugando con el perro

Cuando adquirimos o adoptamos un cachorro sabemos que es muy importante darle una alimentación adecuada para que se desarrolle sano y fuerte. Sabemos que tenemos que llevarle al veterinario para asegurarnos de que está bien y tener todas las vacunas en regla. De lo que posiblemente muchas personas no sean conscientes es de la importancia del juego para que se desarrolle física y psicológicamente de una forma saludable.

A través del juego, los perros moldean su carácter y aprenden muchos de los comportamientos y actitudes que mostrarán después en su etapa adulta. El juego es importante para el desarrollo psicológico del cachorro, sin duda, pero también para las capacidades físicas al fortalecer articulaciones y ayudar a la adquisición de habilidades motoras.

Hay que advertir, no obstante, que no todos los juegos valen por igual ni fomentan conductas igualmente adaptativas. Hay formas de jugar menos constructivas que pueden fomentar la agresividad o dificultar que nos obedezcan en el fututo. Tenemos que saber que en esa primera etapa de crecimiento, nosotros tenemos que actuar como sus padres y educarle a través del juego para que adquiera las capacidades que le convertirán en un perro social y saludable.

Cómo educar a través del juego

Nosotros mandamos

A través del juego estamos estableciendo un vínculo con nuestra mascota y estamos sentando las bases para una relación. Según la forma en la que juguemos favoreceremos un tipo de relación u otro. Nuestro cachorro tiene que saber que no está jugando con un igual sino con su dueño, al que tiene que aprender a respetar y obedecer. Para conseguirlo, es importante que seamos nosotros quienes decidamos cuándo empieza y acaba el juego. Para empezar el juego podemos pedirle una orden sencilla como “sentarse” y premiarle jugando. Si lo que queremos es terminar el juego, simplemente dejamos de interactuar con él o nos vamos.  Es muy importante hacerlo hasta el final y no atender a sus peticiones para seguir jugando o le estarás enseñando que molestándote consigue  lo que quiere. Con este sencillo gesto estamos estableciendo una relación de liderazgo con él y nuestro cachorro está aprendiendo a gestionar la frustración, a mostrarse sumiso con nosotros y a calmarse.

No muerdas fuerte

Cuando un cachorro nace, la madre es la encargada de guiarle para que aprenda las normas sociales del grupo, lo cual facilita una correcta jerarquización. Lo que pasa muchas veces es que el cachorro es separado demasiado pronto de la madre por lo que no ha dado tiempo al aprendizaje de conductas adecuadas. Una de las reglas fundamentales que aprende en estas primeras semanas es a no morder con fuerza. Si lo hace, la madre le corrige con un golpecito con el hocico o sus hermanos dejan de jugar con él. Por lo tanto, esta sería la pauta a seguir, imitando lo que haría su madre. Si muerde con fuerza al jugar, podemos darle un golpecito o un pequeño pellizco en el hocico o simplemente dejar de jugar con él.

Aprende a pensar

Un perro cuando juega solo se divierte, pero si juega con nosotros y le proponemos retos divertidos, además de divertirse, estaremos creando un vínculo afectivo con él, lo que facilitará la subordinación y el desarrollo de capacidades intelectuales y sociales. Existen muchas formas de jugar con el cachorro para obligarle a pensar y a trabajar para divertirse. Por ejemplo, un juego muy divertido puede ser escondernos en la casa y pedirle que nos busque, o esconder su juguete y pedirle que lo busque. Deben de ser ejercicios fáciles de resolver ya que no podemos olvidar que es un cachorro y está aprendiendo a pensar.

No rompas todo

Un cachorro se pasa la mitad del día durmiendo y la otra mitad jugando. Si dejamos al perro todo el día en casa posiblemente se aburra y empiece a jugar con nuestro sillón o nuestras zapatillas. Para intentar evitarlo no hay nada como el ejercicio físico. Podemos proponerle juegos que impliquen gasto energético como traernos un juguete que le tiramos, que busque algo que le guste mucho que hayamos escondido o simplemente llevarle al parque a interactuar con otros perros lo que, además de suponer gasto energético es imprescindible para una correcta socialización.

Por lo tanto, cuando adquieras un cachorro tienes que saber que necesita tiempo, paciencia, ejercicio, cariño y mucho juego, para que se convierta en un perro estable, sociable y tranquilo.

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3 Comentarios

  1. […] Es muy importante que interactuemos asiduamente con el cachorro para evocar el instinto de manada y así crear un vínculo emocional con él que determinará la relación futura. Los perros tienen un orden social jerárquico por lo que para posicionarnos como “líderes de la manada” debemos actuar en consonancia con sus normas sociales. Ver “La importancia del juego en el cachorro” […]

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