Todos sabemos que el sentido más desarrollado en el perro y con el que prefiere inspeccionar el mundo que le rodea es el olfato. A diferencia de los humanos donde la vista es el sentido principal, los perros utilizan el olfato para, de alguna manera, interrogar al entorno: ¿ha habido algún perro aquí? ¿qué es esto? ¿se puede comer? ¿está contento?… Hay multitud de estudios al respecto y todos coinciden en destacar la gran capacidad olfativa que tienen los perros. Además, está totalmente comprobado que con el olfato, además de investigar el entorno, el perro está divirtiéndose. Les gusta oler, sin duda habréis tenido la oportunidad de comprobarlo en los paseos diarios que realizamos con ellos. Entonces, ¿por qué no utilizamos más ese sentido para relacionarnos con ellos?.
Los “juegos” de olfato siempre han formado parte de nuestra relación con los perros, pero prácticamente en su totalidad han estado vinculados al desarrollo de una actividad más o menos profesional: rastreo, rescate, detección de sustancias, etc. En la actualidad se están descubriendo aplicaciones muy significativas en el ámbito de la modificación de conducta aportando beneficios sobre todo en aquellos problemas en los que hay de fondo una mala gestión emocional del entorno: miedo, estrés, ansiedad por separación, depresión, etc.
Todos los perros disfrutan olfateando… Para ellos usar la nariz es como para nosotros ir al cine. Olfatear es placentero en sí mismo y a la vez genera un estado de concentración en el perro que le abstrae en cierta medida de todo. Cuando un perro está concentrado en usar su nariz para conseguir un objetivo no existe nada más.
Qué es un “juego de olfato”
Como su nombre indica, es una forma de divertirnos con nuestro perro usando su sentido del olfato. Descubriremos que a diferencia de otros juegos, como por ejemplo tirarle la pelota, el olfato les mantiene en una activación concentrada, sin picos de nerviosismo como pasa con otro tipo de juegos donde el perro se pone muy nervioso.
Un juego de olfato implica plantearle al perro alguna actividad en forma de “problema”, donde para resolverlo el perro tiene que hacer uso de su olfato.
Existen muchas formas de proponer retos a nuestros perros y hay que usar la imaginación. Pueden llevarse a cabo dentro de la casa, lo que supone una buena manera de enriquecer su vida y en el exterior, que seguramente presente un mayor abanico de opciones.
Se trata de poner un objetivo: encontrar la comida, un juguete, conseguir el premio. En todos ellos debemos tener claro que la motivación es fundamental para que un perro se concentre en el trabajo. Es decir, si le escondemos un juguete que le da igual encontrar no va a perder el tiempo en hacerlo. Ahí entra ya nuestro conocimiento de los gustos y deseos de nuestro perro.
Ejemplos de juegos
- Esparcir comida: esparcir trocitos de salchicha o de pavo o de cualquier cosa que les guste por el suelo y pedirle que lo encuentre…. Descubriréis en pocos minutos cómo se concentra en encontrarlos todos. Para aumentar la dificultad se pueden poner en altura, (sobre un mueble, una silla… ¡ojo, que el perro llegue!). Este juego se puede realizar dentro del domicilio logrando enriquecer su ambiente y su vida de una manera notable.
- Esconderle un juguete muy apreciado por él/ella. Por ejemplo, si le chifla que le tires la pelota, prueba a escondérsela y pedirle que la busque. En juegos de este tipo es donde realmente se puede ver cómo el perro se empieza a concentrar para encontrarla. Si conseguimos que el perro tenga la suficiente motivación como para que se esté un ratito buscándola veremos cómo evoluciona su estado de ánimo al buscar (de excitado a concentrado).
- Escoger una zona tranquila de un parque y frotar en los árboles diferentes tipos de olor: frotar un limón, un trozo de jamón, etc. Veréis las diferentes reacciones del perro frente a los diferentes olores.
Muy importante:
Hay que tener en cuenta que al plantearle un juego de olfato le estamos proponiendo un reto mental en su mejor sentido, pero eso no quiere decir que estén motivados a realizarlo sí o sí. Motivarles es el único esfuerzo que debemos hacer, lo demás lo harán ellos: para que salga bien hay que conocer los gustos de nuestro perro y proponerle retos interesantes y motivantes.
Lo más importante es empezar con trabajos sencillos e ir aumentando la dificultad a medida que el perro se va habituando. Al principio hay que enseñarle a jugar. Esconderle la pelota fácil, incluso delante suya y decirle que la busque. Lo importante es que el perro se divierta, no que se estrese.
En los juegos que he propuesto lo más importante es estar atentos a las reacciones de nuestro perro. Si está motivado para lograr el objetivo, dejarle actuar… Si vemos que se ha desmotivado puede ser debido a que el reto no le resulta interesante o a que es demasiado difícil para él. Hay que proponerle buscar algo que quiera encontrar y acompañarle de forma activa en la búsqueda, sin engaños, sin ponerle nervioso, simplemente acompañarle y ayudarle si le vemos un poco desorientado.
En la actualidad se están viendo los beneficios terapeúticos que tienen los trabajos en multitud de problemas de comportamiento:
- Perros miedosos ya que les abstrae un poco del entorno y les concentra en la consecución de una meta.
- En perros mayores sobre todo si la vista está ya afectada; les motivará mucho el tener que hacer algo con el sentido que mejor saben utilizar (y que raramente se ve afectado por la edad).
- En perros con ansiedad por separación ya que se puede provocar que su atención se dirija hacia el trabajo en vez de hacia las llaves de casa, el vestirse de su dueño…
En este artículo hemos recalcado sobre todo su carácter lúdico para enriquecer de una forma muy sencilla la vida de nuestros perros.
Así que, no hay excusa, ¡todo el mundo a pensar juegos de olfato para su mascota!
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Ana Jiménez Fernández
Licenciada en Psicología y Adiestradora Canina
Muy buen artículo!
Además, gracias a estas actividades con el olfato hay perros que salvan vidas…en terremotos, avalanchas.. para ellos es un juego…pero son auténticos Ángeles de la Guarda!!
M parrita de un año, a la vuelta de vacaciones, se hace caca dentro de casa por las noches. Antes de vacaciones nunca lo hacía. Que puedo hacer para evitarlo.
[…] de olfato: como decimos siempre, los trabajos de olfato son perfectos para todos los perros y para casi cualquier tipo de problema de conducta (anisedad […]