El ambiente en el que se desarrolle el cachorro durante los 4 primeros meses influirá notablemente en el carácter futuro del perro. Todo lo que el cachorro aprenda durante sus primeras 16 semanas de vida dejará una huella en él, por lo que habrá que ser especialmente cuidadosos al presentarles estímulos nuevos si no queremos que desarrolle miedo en el futuro.
En cada fase el cachorro desarrolla aspectos diferentes que es importante conocer si queremos educar bien a nuestro perro desde el principio. En primer lugar señalar que el inicio y el final de cada fase varía entre unos individuos y otros según la raza, el tamaño, los días de gestación, etc.
Fase Neonatal (14-21 días)
Durante esta primera fase los cachorros dependen totalmente de su madre y pasan la mayor parte del tiempo durmiendo y mamando. En estos primeros días únicamente responden ante el tacto y el calor. El cerebro es muy inmaduro y su capacidad de aprendizaje no está desarrollada aún por lo que todavía no reaccionan a los estímulos del ambiente.
Se ha demostrado que responden favorablemente a los estímulos táctiles: manipular al cachorro durante esta fase favorece la maduración del sistema nervioso y facilita la adquisición de habilidades motoras.
Fase transitoria (3ª semana)
El cambio significativo frente al anterior periodo es que empiezan a percibir estímulos que antes no percibían. Aunque sus sentidos ya han empezado a funcionar, todavía necesitan tiempo para aprender a utilizarlos correctamente.
Con la funcionalidad de los sentidos se inicia la actividad de exploración. En este proceso es muy importante el papel de la madre ya que le guiará durante la exploración del entorno indicándole los estímulos que son negativos y mostrándole pautas de comportamiento adecuadas.
Durante esta fase se dan las primeras conductas de juego y lo ideal es que durante este tiempo permanezca con sus compañeros de camada ya que lo que aprendan en estas primeras conductas de socialización determinarán en gran parte su comportamiento social futuro.
Fase de socialización: (4ª – 12ª semana)
Es considerada la fase más importante para la evolución de la conducta del perro.
Se reduce notablemente el tiempo que pasan durmiendo para empezar el aprendizaje social. Aumentan la conducta de exploración y aparecen las primeras pautas de relación social. Durante el juego aparecen conductas adultas como la caza o la monta.
También es importante que el cachorro realice ejercicio físico para fortalecer musculatura y articulaciones.
Durante esta fase el cachorro aprende a aceptar a otros perros, por lo que es fundamental que favorezcamos encuentros para que adquiera las normas sociales del grupo y facilitar así un carácter más sociable en el futuro.
Es recomendable que interactuemos asiduamente con el cachorro para evocar el instinto de manada y así crear un vínculo emocional con él que determinará la relación futura. Los perros tienen un orden social jerárquico por lo que para posicionarnos como “líderes de la manada” debemos actuar en consonancia con sus normas sociales. Ver «La importancia del juego en el cachorro»
A partir de la 8ª semana se puede empezar a enseñar al cachorro las órdenes más básicas entre otras cosas para afianzar el liderazgo. Estas primeras sesiones de obediencia básica deben realizarse poco tiempo, siempre con recompensa, de forma lúdica y terminando en positivo: por ejemplo, pidiéndole lo que mejor sabe hacer.
Fase juvenil (hasta la madurez sexual)
Continúa la fase de socialización si bien las jerarquías ya están establecidas. Aumenta la capacidad motora y empieza con el entrenamiento de conductas adultas.
En torno a las dieciséis semanas el desarrollo mental y emocional del cachorro se habrán desarrollado completamente y serán difícilmente modificables por lo que las vivencias que experimente el cachorro determinaran en gran medida el carácter del perro y la relación que establezcamos con él.
PARAMIO MIRANDA, A., 2010. Psicología del aprendizaje y adiestramiento del perro. Díaz de Santos. España.
LÓPEZ GARCÍA, C. A., 2004. Adiestramiento canino cognitivo-emocional: fundamentos y aplicación. Díaz de Santos. España
[…] Sin duda, a la hora de adquirir un cachorro y en cuanto a la determinación del carácter hay que saber que las primeras 16 semanas de vida serán decisivas. Ver: “Fases del cachorro” […]