¡Cuidado: Espigas!

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Espigas y perros

Coincidiendo con el aumento de las temperaturas y tras un año de lluvias abundantes comienzan a aflorar las malas hierbas y con ellas las espigas y la problemática que las acompañan. A lo largo del verano los veterinarios reciben multitud de consultas al respecto por eso desde Nosinmiperro queremos advertir y concienciar del peligro que pueden suponer para nuestras mascotas.

Las espigas están naturalmente diseñadas para engancharse al pelaje de los animales y ser transportadas a otras zonas. Su forma hace que literalmente sólo puedan avanzar hacia delante para poder germinar más fácilmente. El problema para nuestros perros suele venir cuando no nos damos cuenta de que se le ha clavado una. En esos casos la espiga puede avanzar y llegar a introducirse por completo en el animal generando una infección que puede ser bastante grave.

Las zonas más vulnerables son:

  • Las almohadillas, entre los dedos
  • La nariz, las orejas, los ojos
  • Las axilas
  • Cualquier orificio: pueden llegar incluso a introducirse en la vulva en las hembras y en el prepucio en los machos
  • Heridas, pliegues de la piel, nudos en el pelaje

¿Qué podemos hacer para prevenir?

  • Evitar las zonas con malas hierbas durante los paseos (tipo descampado y demás). Lo mejor sería pasear en zonas ajardinadas o con césped, pero bastaría con que estuvieran mínimamente cuidados para evitar el peligro.
  • En perros de pelo largo intentar mantener el pelo lo más corto y cuidado posible cepillándole tras cada salida.
  • Revisar las zonas sensibles, especialmente las almohadillas y entre los dedos para evitar que pasen desapercibidas. Hay espigas muy pequeñas que son más fáciles de detectar al tacto.

¿Cómo actuar después de detectarle una espiga?

Dependiendo de la zona donde se le haya clavado y la profundidad con la que lo haya hecho podremos hacer una u otra cosa.

Únicamente cuando comprobamos que se le ha clavado en una zona externa y sólo la punta podemos actuar por nuestra cuenta. Debemos retirar el pelo de alrededor, desinfectar la zona con betadine diluido en agua y extraerla con suavidad intentando que no se rompa. Vigilar que no se lama el perro durante unas horas para evitar la infección. Podemos ayudarnos para ello de un vendaje.

En los casos en los que la zona donde se le ha clavado este inflamada o dolorida acudir al veterinario. En algunos casos la espiga habrá avanzado tanto que los veterinarios deberán efectuar un pequeño corte para extraerla.

Cuando la espiga se haya introducido en alguna zona interna como los ojos, la nariz, las orejas, etc, es muy importante no tratar de sacarla ya que lo único que haremos será empeorar el problema. Deberás acudir al veterinario con relativa urgencia para que se la extraigan con seguridad y con el material adecuado.

Por lo tanto y visto lo visto, lo mejor es la prevención. Realizando un chequeo manual tras los paseos y evitando zonas de mayor peligro podremos evitar este tipo de situaciones y pasar un verano sin sobresaltos.

Para conseguirlo, no olvides echar un vistazo al artículo Los peligros de la primavera.

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