En la actualidad el perro se considera una etoespecie diferente al lobo lo que quiere decir que a nivel comportamental son especies diferentes, aunque a nivel genético no lo sean. Si comparamos cómo actúan los perros y los lobos entendemos que existen grandes diferencias a nivel de comportamiento como consecuencia de la domesticación y la adaptación del perro al entorno humano. Aunque existen muchas diferencias a nivel físico entre el perro y el lobo, en este artículo nos vamos a centrar en las diferencias de comportamiento únicamente.
Soy más confiado
El lobo es muy tímido, se asusta y desconfía de las situaciones nuevas mientras el perro es tremendamente confiado y se adapta a las situaciones nuevas con relativa facilidad. En diferentes estudios vemos que los lobos resuelven las situaciones problemáticas con el único afán de salir de una situación percibida como peligrosa mientras el perro, en cambio, no percibe la situación como peligrosa y se centra en las consecuencias positivas o negativas de su conducta. Esto hace del perro un animal muy abierto al moldeamiento en sus conductas instintivas así como al aprendizaje de nuevas conductas. Si tenemos perro lo hemos comprobado; ofreciéndole un premio muy apetecible podemos conseguir de nuestro pequeño amigo grandes cosas.
Soy más infantil
Una de las diferencias principales del perro respecto a su antecesor el lobo es que en el perro la domesticación ha provocado la permanencia de conductas juveniles también durante la vida adulta (Neotenia). Esto facilita, entre otras cosas, que acepte nuestra dominancia y que tenga una mayor capacidad de aprendizaje. Algunas razas son más juguetonas que otras. Esto depende en gran parte del grado de neotenia de la raza en particular del perro. Por ejemplo, las razas más nórdicas como el Alaska Malamute son menos neoténicas y por lo tanto más independientes que otras razas como el labrador.
Otro de los rasgos infantiles que observamos en los perros adultos es el ladrido. Un lobo adulto no ladra prácticamente nunca; ladran sobre todo cuando son cachorros. Al domesticarse, se seleccionó el ladrido en el perro para avisar de peligros o señalar presas.
Prefiero cazar pelotas
Las conductas instintivas en el lobo son rígidas y muy difíciles de modificar. En cambio, en el perro son muy moldeables. A través de un simple juego podemos moldear el instinto de caza de un perro y hacer que prefiera perseguir una pelota a una presa de verdad, algo que nos cuesta mucho imaginar en un lobo.
Me gusta divertirme
La investigación ha confirmado que los perros encuentran satisfacción al realizar conductas instintivas como cazar, relacionarse socialmente y que a la vez son muy moldeables. Muchas veces hemos comprobado que un perro prefiere perseguir liebres por la mera diversión de perseguir aunque no logre cazar nunca una; seguirá divirtiéndose ya que la conducta innata de perseguir es satisfactoria por sí misma.
Tengo menos reglas sociales
Los lobos tienen unas normas de comportamiento social muy rígidas, con reglas de convivencia de obligado cumplimiento para todos aquellos miembros de la manada. En el perro, en cambio, son bastante moldeables y plásticas, igual que otras conductas instintivas, algo que, como sabemos, el ser humano ha sabido aprovechar según las necesidades del entorno. Esto ha provocado que el periodo crítico de socialización de un cachorro de perro pueda llegar a abarcar el doble de tiempo que el periodo de socialización de un lobezno.
Para terminar, y siguiendo el hilo del artículo, aunque los perros y los lobos compartan un antepasado común, para seguir avanzando en el conocimiento del perro y de su etología, es necesario evitar analogías simples sobre las similitudes entre ellos y atender a las diferencias. Sin duda, para conocer y estudiar el comportamiento del perro, ha sido innegable la gran ayuda que ha supuesto la investigación existente sobre el comportamiento del lobo, pero una vez superado este punto, debemos dirigirnos hacia lo que hace del perro un animal diferente y único.
[…] Diferencias entre el perro y el lobo Aunque existen muchas diferencias a nivel físico entre el perro y el lobo, en este artículo nos vamos a centrar en las diferencias de comportamiento únicamente. […]
[…] En este artículo veremos con detalle las características etológicas del perro, es decir, lo que todos los perros comparten entre sí. Para ello, nos serviremos de la amplia bibliografía que existe sobre la etología del lobo ya que sobre el perro apenas existen estudios serios. La mayoría de las pautas sociales de ambas “especies” son idénticas, si bien la domesticación ha provocado que algunos comportamientos instintivos se modifiquen o se inhiban. Sí que debemos aclarar que entre el perro y el lobo existen diferencias que hay que tener en cuenta, pero en este artículo nos centraremos en aquello que comparten como especie en vez de lo que les diferencia. Ver: Diferencias entre el perro y el lobo […]