Correr con tu perro

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Correr con perro

Running con perro, ¿sí o no?

Cada día veo más personas haciendo deporte por la calle, bien sea montando en bici o corriendo. También he observado a muchas de estas personas practicar ese deporte junto su perro, aunque en bastantes casos, la forma en la que se llevaba a cabo no beneficiaba al perro. Por ese motivo en este artículo quiero resaltar tres de los aspectos más importantes a la hora de hacer este tipo de ejercicio con tu perro:

  1. Si has elegido hacer deporte con tu perro debes saber que lo más importante no es cumplir el objetivo individual que te hayas marcado (por ejemplo, correr 5 km.) sino disfrutar del deporte con tu mascota. Si no es así, deberías plantearte hacer ejercicio solo y dejar a tu perro para hacer otras actividades en las que disfrutar.
  2. Adaptarnos a la fisionomía, carácter y estado de salud de nuestro perro: este debe ser siempre el aspecto principal que debe guiar la elección de la intensidad y el tipo de ejercicio que haremos con ellos. No podemos exigir lo mismo a todos los tipos de perros. Por mucho que te guste correr, si tienes un perro de raza braquiocefálica, o con sobrepeso, o con problemas en las articulaciones, o de edad avanzada, deberás adecuarte a ellos y tener en cuenta sus limitaciones. Al fin y al cabo se trata de disfrutar.
  3. Elegir horas y días en los que no haga mucho calor para evitar los peligrosos golpes de calor.

¿Cuándo disfruta realmente un perro?

Paradójicamente, cuando se le deja ser perro. Un perro atado corriendo al lado de su dueño durante media hora es un perro frustrado ya que no puede oler, acercarse a otros perros, disfrutar de la carrera libremente (algo que les encanta). De hecho, seguramente el dueño crea que su perro está haciendo un deporte saludable pero lo cierto es que estos perros suelen generar mucho estrés en esta situación.

Además, un perro atado corriendo con su dueño no puede autorregularse y descansar cuando lo necesite. En muchas ocasiones veo a perros haciendo verdaderos esfuerzos para seguir el ritmo de su dueño, con el peligro que ello conlleva.

Podemos correr, montar en bici o lo que queramos con nuestros perros siempre y cuando veamos que están físicamente capacitados para hacerlo, pero si queremos ver a un perro feliz de verdad, os invito a que intentéis hacerlo por lugares donde pueda hacerlo suelto. No hay comparación.

Si no puedes llevar a tu perro suelto y te preocupa que no haga suficiente ejercicio, puedes plantearte hacer otro tipo de actividades con tu perro que impliquen gasto energético, donde os divirtáis juntos.

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