Cuando escribí el artículo para dar consejos para que tu perro no tire de la correa, expliqué brevemente lo que nosotros considerábamos la mejor opción y al ver que hay preguntas y dudas al respecto vamos a aclarar mejor nuestra posición.
Hablamos de perros que no han aprendido desde cachorros a no tirar de la correa y que cuando se hacen más pesados y activos no somos capaces de conseguir un paseo tranquilo. Muy al contrario, tal nivel de tensión en la correa es vivido por el dueño como algo angustiante y estresante. Es en esos casos, sobre todo, donde el arnés antitiro se convierte en una solución estrella.
Tirar de la correa puede provocar problemas en el perro
Ya no es solo por el estrés que supone para quien lo pasea, es que el perro que continuamente está tirando de la correa está ejerciendo una presión con su collar en el cuello que puede desembocar en un problema físico grave. Y más aún si el collar es de ahogo. Resulta que un estudio sobre los efectos de este tipo de collares ha revelado que un collar que ejerza presión en el cuello, como puede ser uno de ahogo o de pinchos puede causar presión intraocular en los perros, lo cual significa que puede llegar a ser muy peligroso sobre todo si el perro presenta algún problema ocular. En esos perros el arnés se convierte en algo casi obligatorio.
¿Por qué un arnés antitiro?
- Porque el perro pasea más relajado lo que se traduce en un paseo más placentero para ambos.
- Porque cualquier persona, con o sin conocimientos sobre educación canina puede utilizarlo y comprobar su efectividad.
- Eso sí, no todos los arneses son iguales. Los arneses con tiras muy finas pueden rozar las axilas, y algunos no tienen un sistema que funcione realmente. Nosotros solo hemos comprobado la utilidad al 100% del arnés easy-walk, que suele utilizarse para perros que tiran mucho. Para perros menos “tiradores” se recomienda el sensible de premier. Ambos sabemos que funcionan porque los hemos visto en funcionamiento en multitud de ocasiones con perros de todos los tamaños.
- Es recomendable siempre que se vaya a pasear a un perro atado llevar una correa que permita cierta distancia (2-3 metros mínimo). Esto hace que el perro sienta mayor libertad de movimiento y que se respeta su distancia individual lo que se traduce en mayor relajación.
- El arnés, a diferencia de otros mecanismos, requieren poca intervención por parte del “guía”. Simplemente un guiado suave sin ejercer tirones bruscos.
- Del punto anterior extraemos la mayor ventaja del arnés: es el perro quien se autogestiona lo que le da mayor sensación de control y lo desvincula del dueño.
